La cloaca libertaria: Karina, las coimas, Bullrich investigando y el blindaje que se resquebraja

La farsa expuesta

Audios que hablan de retornos millonarios, un funcionario amigo del Presidente que confiesa cómo funcionaba la “caja” de la Agencia Nacional de Discapacidad, laboratorios que pagaban comisiones del 5 al 8 % y, en el medio, el nombre de Karina Milei llevándose su 3 %. ¿Esto es joda? El gobierno que venía a terminar con la casta aparece protagonizando la misma película de siempre, solo que sin maquillaje.

Y para completar la escena tragicómica: la investigación queda en manos de Patricia Bullrich. Sí, Bullrich investigando al mileísmo. La pregunta se cae de madura: ¿alguien cree que esto va a ir hasta el hueso?

CFK y la voz incómoda

Mientras los medios hegemónicos miran para otro lado, Cristina Fernández de Kirchner lo dijo sin anestesia: te avisaron, Javier, y no hiciste nada. Y agregó algo que cala hondo: las coimas de tu hermana son aún más graves, porque comprometen la cabeza misma del poder. No es un funcionario de segunda línea, es la persona más cercana al Presidente.

El partido judicial en acción

Y ahí aparece el otro engranaje: el mal llamado “Poder Judicial”, que a esta altura es un verdadero partido judicial. Un partido que decide a quién investigar y a quién blindar, según los intereses que haya en juego. Cuando se trata de opositores, aceleran causas en 24 horas. Cuando los salpica a ellos, la cosa entra en cámara lenta. ¿Se animarán ahora a ir contra Karina Milei o terminarán protegiendo al corazón del oficialismo?

Medios cómplices… ¿y un quiebre?

La complicidad mediática sigue intacta: Clarín y La Nación titubean, hablan en potencial, relativizan. La tele oficialista simula que no pasa nada. Pero ojo: algunos ya empiezan a despegarse. Jonathan Viale, que hasta hace poco defendía a Milei con uñas y dientes, ya no se escucha tan convencido. ¿Se le acabaron los sobres o simplemente la mentira ya es demasiado evidente?

Elecciones en riesgo

La pregunta clave: ¿el pueblo se entera? Porque una cosa es bancarse el ajuste, la inflación, los tarifazos, con el relato de que “esta vez sí se pelea contra la casta”. Pero cuando descubrís que la hermana del Presidente cobraba su parte en coimas mientras vos no llegás a fin de mes, la bronca se multiplica.

¿Puede el oficialismo remontar semejante golpe en plena campaña? Difícil. No solo porque es corrupción, sino porque destruye el único relato que tenían: el de ser distintos. Si eran iguales o peores, ¿qué queda?

Conclusión

El caso Karina no es un capítulo aislado, es la radiografía de un poder desnudo. Coimas, justicia servil y medios cómplices. La máscara se rompió demasiado rápido. Y la verdadera incógnita es si esta vez la gente lo va a tolerar o si el blindaje mediático ya no alcanza para tapar la indignación popular.