Elecciones bonaerenses 2025: candidaturas "fantasma" al rojo vivo

Dirigentes de todos los espacios apuestan a postularse sin intención real de asumir, en una jugada estratégica que busca votos y visibilidad política.

Política18 de julio de 2025
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Por primera vez, la provincia de Buenos Aires desdoblará sus elecciones legislativas de las nacionales, lo que transforma a esta contienda en una batalla territorial cuerpo a cuerpo. Y en ese escenario, resurgen con fuerza las candidaturas testimoniales, una herramienta que seduce a dirigentes de todos los colores políticos.

La movida ya genera polémica: muchos intendentes encabezarán listas a senadores, diputados o concejales sin tener la menor intención de asumir. El objetivo es claro: captar votos, reforzar liderazgos locales y proyectar poder, incluso si eso implica no cumplir con lo que se promete en campaña.

Intendentes en la mira: todos quieren figurar
Las ocho secciones electorales de la provincia serán clave, especialmente la Primera y la Tercera, que concentran millones de electores. En ese mapa, los intendentes aparecen como piezas fundamentales. Nadie lo dice en voz alta, pero muchos de ellos no piensan dejar el municipio por una banca sin visibilidad en la Legislatura.

En Fuerza Patria, la vicegobernadora Verónica Magario suena para liderar la lista de diputados por la Tercera sección, aunque resulta difícil imaginarla renunciando a la Vicegobernación y la presidencia del Senado bonaerense. Podría aceptar si le aseguran presidir la Cámara baja.

En la Primera sección, los nombres en danza incluyen al ministro y ex intendente Gabriel Katopodis (San Martín), y a actuales jefes comunales como Leo Nardini (Malvinas Argentinas), Federico Achával (Pilar) y Juan Andreotti (San Fernando). Todos con fuerte peso local, pero con escasa probabilidad de abandonar sus cargos si ganan.

La oposición también juega
En La Libertad Avanza, dos intendentes de origen macrista lideran las apuestas: Diego Valenzuela (Tres de Febrero), que se perfila como candidato a senador en la Primera sección, y Guillermo Montenegro (Mar del Plata), que iría por la Quinta. Ambos suenan más para puestos en el gabinete nacional que para sentarse en el recinto provincial.

Por el lado de Somos Buenos Aires, el espacio de centro que busca despegar del PJ, las fichas están puestas en Julio Zamora (Tigre) y Fernando Gray (Esteban Echeverría). Ninguno confirmó oficialmente su candidatura, pero ambos saben que una postulación les devolvería protagonismo político en una interna peronista cada vez más fragmentada.

¿Plebiscito o estrategia electoral?
Los defensores de las candidaturas testimoniales argumentan que sirven para plebiscitar gestiones locales, sobre todo ante el avance del discurso libertario. Intendentes como Juan Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada) evalúan ir al frente de listas de concejales como forma de legitimar su estilo de gobierno. Pero, nuevamente, nadie espera que asuman.

Lo cierto es que la práctica no es nueva. En las elecciones porteñas de este año, varios funcionarios se postularon solo para apuntalar las listas sin dejar sus cargos. El caso más notorio: Manuel Adorni, vocero presidencial, que ganó una banca en la Legislatura de CABA pero apunta más alto dentro del oficialismo nacional.

Las candidaturas testimoniales vuelven al centro del escenario en unas elecciones donde cada voto cuenta. Aunque cuestionadas, son vistas por muchos como una herramienta válida para medir fuerzas y ganar visibilidad. En esta elección bonaerense, el verdadero juego no será en las bancas... sino en los carteles.

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