Denuncian a Milei por incitación al odio tras un polémico discurso

El Presidente desató una fuerte polémica al lanzar insultos contra sus opositores en un acto partidario. Lo acusan de promover la violencia y la discriminación.

Política27 de junio de 2025
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El presidente Javier Milei enfrenta una denuncia por incitación al odio y la violencia tras protagonizar un encendido discurso durante una cena organizada por la Fundación Faro en el Yacht Club de Puerto Madero. El evento, que tenía como fin recaudar fondos para La Libertad Avanza, terminó convirtiéndose en el centro de una controversia nacional.

En un tono desbordado, Milei se refirió a sus adversarios ideológicos como “kukas inmundos” y “parásitos mentales”, y reafirmó su actitud “cruel” hacia los empleados públicos y quienes, según él, representan el “gasto del Estado”. "Sí, soy cruel, kukas inmundos. Soy cruel con ustedes, con los gastadores, con los empleados públicos", exclamó frente a una audiencia compuesta por empresarios y referentes libertarios.

La abogada Valeria Carreras presentó una denuncia formal acusando al mandatario de incitar a la violencia. En su escrito, argumentó que las declaraciones del Presidente constituyen “una agresión verbal sistemática que degrada a un sector de la sociedad por su ideología política”, en referencia al término “kukas”.

Carreras también subrayó la gravedad de los dichos hacia los empleados estatales, destacando que "estas generalizaciones negativas promueven el desprecio hacia trabajadores públicos y su labor en la administración del país, afectando su integridad y derechos laborales".

Una retórica que sigue encendiendo alarmas

El discurso de Milei se enmarca en una serie de intervenciones donde ha utilizado un lenguaje beligerante contra quienes cuestionan sus políticas de ajuste. Si bien no es candidato en esta campaña, mantiene una presencia constante en actos políticos y partidarios, reforzando su centralidad en la agenda pública.

Las expresiones del Presidente vuelven a reavivar el debate sobre los límites del discurso político y el uso del poder institucional para atacar a opositores. Organizaciones sociales y referentes del ámbito judicial también expresaron preocupación por lo que consideran “una escalada peligrosa en la violencia simbólica desde el poder”.

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