Asesino serial en Jujuy: ofrecía trabajo y luego descuartizaba a sus víctimas

El caso que conmociona a Jujuy suma detalles escalofriantes. Matías Jurado, el principal sospechoso de ser un asesino serial, fue imputado por el homicidio de uno de los desaparecidos y permanece detenido en el penal de Gorriti. La investigación reveló que el acusado engañaba a personas en situación de calle ofreciéndoles trabajo, para luego asesinarlas, descuartizarlas y hacer desaparecer sus restos.

Según confirmó el procurador general del Ministerio Público de la Acusación, Sergio Lello Sánchez, los avances en la causa permitieron encontrar más restos humanos en la vivienda del acusado, ubicada en el barrio Alto Comedero de San Salvador de Jujuy. Allí, peritos hallaron partes humanas como una nariz y pelos en el desagüe del baño, además de prendas de vestir, restos orgánicos y dos machetes que habrían sido utilizados como armas homicidas.

Los análisis forenses continúan y se solicitó la colaboración del Cuerpo Antropológico Forense para realizar excavaciones en zonas clave. La Justicia aún debe confirmar si todos los restos corresponden a víctimas humanas y si pueden recuperarse muestras genéticas para su identificación.

Así operaba el asesino
La principal hipótesis apunta a que Jurado actuaba en solitario y frecuentaba comedores sociales para contactar a personas vulnerables. Allí les ofrecía supuestos empleos relacionados con la construcción de la nueva terminal de ómnibus, y luego los convencía de acompañarlo a su casa.

Una vez en el domicilio, les ofrecía alcohol, y después cometía los asesinatos con extrema violencia. Posteriormente, desmembraba los cuerpos y los ocultaba en distintos sectores de su casa y alrededores.

Aunque por ahora no hay evidencia concreta de que haya actuado con cómplices, los investigadores no descartan futuras imputaciones. “No podemos descartar la participación de más personas en otros hechos”, advirtió Lello Sánchez.

Cinco desaparecidos vinculados al caso
La investigación incluye la desaparición de cinco hombres, todos en situación de calle o con problemas de adicciones, que fueron vistos por última vez con el sospechoso o cuyos rastros los ubican en su domicilio:

Juan José Ponce (51 años, 1,80 m): vestía campera negra.
Juan Carlos González (60 años, 1,55 m): sin datos sobre su vestimenta.
Miguel Ángel Quispe (60 años, 1,80 m): sin datos sobre su vestimenta.
Sergio Sosa (25 años, 1,75 m): llevaba remera amarilla y campera bordo.
Jorge Anachuri (68 años, 1,50 m): vestía buzo beige y chaleco azul.

Una cámara de seguridad registró a dos de ellos subiendo a un taxi con Jurado, mientras que la señal de un celular permitió ubicar a otro en su vivienda.

La causa sigue abierta y avanza a contrarreloj, con excavaciones y peritajes en curso. La Justicia busca determinar cuántas víctimas hubo realmente y si Matías Jurado actuó por cuenta propia o como parte de algo aún más siniestro.